Hardocore Punk, el arte de pelear contra lo establecido

Samantha Forero – vivian.forero@javeriana.edu.co

En esta entrevista, Juan Francisco Vargas, guitarrista, cantante y fundador de la banda bogotana de Hardcore Punk Maestro Roshi, habla del proceso de creación de su música, que ha logrado hacerse un lugar en la escena bogota y dentro de ese subgénero particular, con una mezcla de diferentes elementos del rock clásico o el metal, que la hacen fresca e innovadora.

FOTO: Cortesía Juan Francisco Vargas

El Hardcore Punk es un subgénero del punk, que se caracteriza por sus ritmos más rápidos en la guitarra, batería y bajo y por sonidos más fuertes y agresivos en la voz. Sus canciones son cortas y con esto buscan que el mensaje que transmiten llegue más directo. Inició en Estados Unidos, luego pasó a Inglaterra y así se fue expandiendo por todo el mundo. Entre algunos de sus principales exponentes se encuentra Sex Pilots y The Ramones. En América Latina uno de los países con más aceptación y mercado en este campo es México.

Maestro Roshi es una banda bogotana que pese a las dificultades en materia de oportunidades y público para este género o subgénero en el país, ha logrado abrirse campo en escenarios como el Hardcore Punk Fest 3, en el cual pudieron codearse con bandas importantes como Chite, Los bombillos Peludos, La Pleve, entre otros.

El grupo está conformado por Jonathan Gaviria (guitarrista líder), Santiago Reyes (baterista), Juan Vicente Reyes (bajista y fundador) y Juan Francisco Vargas (guitarrista, cantante y fundador). Vargas explica cuáles son los mayores retos para su banda en este país, cuáles son algunos de sus métodos de composición e inspiración, entre otros temas que sin lugar a duda ayudan a entender el universo que hay detrás de este subgénero del Punk.

Directo Bogotá: Las críticas de algunas personas que los han escuchado es que ustedes tienen un sonido fresco o diferente a lo que normalmente se escucha en el Hardcore Punk. ¿A qué se debe esto?

Juan Francisco Vargas: Nosotros incorporamos bastantes elementos del metal, del metalcore, del rock clásico. Las guitarras son muy rockeras y rocanroleras, pero al mismo tiempo tratamos de meter algunas ideas de músicas folclóricas o cosas así, más como una ayuda para la composición.

A lo anterior se suma que, en comparación con lo que se escucha en la escena del género en Bogotá, lo nuestro gusta porque no es muy muy pesado ni muy suave, ni muy oscuro ni muy claro y pues también tiene algunos elementos de música pop o pop punk, más o menos de la onda de Blink-182. No hemos incorporado todos estos diferentes sonidos y elementos para que nuestra música sea más comercial sino para que la música sea más fresca y tengamos un sonido particular.

DB: Teniendo en cuenta la particularidad de sus creaciones y sonidos, ¿cómo hacen para construir las canciones? ¿Es un proceso individual o en conjunto?

JFV: La composición de la música siempre es un proyecto que hacemos en conjunto pero traemos distintas ideas y vamos viendo en la sala de ensayo cómo se va armando una canción, si las propuestas que tenemos las incluimos, las arreglamos o las desechamos e incluso si salen nuevas cosas en ese momento. Los procesos varían mucho dependiendo de la banda, pero en este proyecto todos tenemos participaciónn, aunque en cuanto al aporte de letras o composiciones los que más intervenimos somos el otro guitarrista y yo, por ser los fundadores, pero eso no significa que las ideas del resto sean menos válidas, al contrario todos traen y en grupo las discutimos.

A veces es un poco difícil aceptar que las cosas que uno lleva no son lo suficientemente buenas para que funcione y hay que cambiarlas. Obviamente es un proceso colectivo que puede ser duro, pero lo lindo de una banda es que cuando se compone música en conjunto va a salir algo que es más que la suma de los talentos individuales y de las capacidades de composición de alguien. Es básicamente como si los 4 tuviéramos un hijo.

FOTO: Cortesía Juan Francisco Vargas

DB: ¿En qué se inspira para crear las propuestas que lleva al grupo?

JFV: Pues digamos que no tenemos un lineamiento temático muy definido, pero hemos terminado tratando dos temas centrales: la política y el amor. Entonces me inspiro en la realidad del país y en las situaciones afectivas que pueda estar pasando en ese momento, por ejemplo, que esté despechado, triste, feliz, etc. Eso me ayuda a exorcizar y sacar lo que esté sintiendo.

En el caso específico de las canciones hay dos formas que se pueden usar para componerlas, la primera es crear la base músical y luego la letra y la segunda es construir la letra y luego buscar que la música se adapte a ella. Personalmente me gusta más la primera opción porque es como a mí me funciona. El hacerlo de este modo y crear un base musical más difícil primero, me plantea un constante reto que me permite sacar más de mí para inventar la letra y que el resultado final sea más único. Pero como digo cada artista tiene su respectivo proceso.

DB: Si bien sus canciones son innovadoras y gustan al público que las escucha, aún no son muy reconocidas, entonces, ¿cómo deciden si tocar un tema propio o un cover en una presentación?

JFV: El proceso de una banda es largo, al principio toca mezclar las presentaciones en vivo con la composición. Nosotros nos hemos enfocado más en la creación de canciones porque necesitamos material. Pues de nada sirve ir a toques si no se tiene nada preparado. Al inicio sí tocábamos covers, pero ya prescindimos de esa idea porque queremos es hacer nuestra propia música.

DB: De todos los toques y eventos en los que han participado ¿cuál ha sido el que más lo ha marcado y por qué?

El que más nos ha marcado ha sido el Hardcore Punk Fest 3. En este pudimos compartir tarima con las bandas del punk y el hardocre muy importantes de Colombia como La Pleve, Mal Gusto, Los bombillos peludos y Chite. Esta última es mi banda favorita en cuanto al punk nacional y esta fue una de las cosas más satisfactorias del evento. Además, que su baterista Darío Bernal ya había mezclado y masterizado las tres canciones de nuestro EP (Extended play). Eso hizo aún más emotivo el evento. Por otro lado, una de las cosas que más marcan en un evento es ver que las personas están disfrutando de lo que uno está tocando, así sea que solo 2 individuos estén moviendo la cabeza y eso ocurrió en este toque.

DB: ¿Por qué cree que la música “comercial” tiene más aceptación que la que ustedes hacen?

JFV: La música comercial tiene unas fórmulas muy estandarizadas y lo normal es que simplemente varían en texturas[1]. Entonces normalmente uno se encuentra con un ritmo como regueton en el que está la misma base, la letra con los mismos patrones rítmicos en la voz y simplemente varían un poco las texturas en cuanto a la armonía y melodía de la canción. Esto no sólo pasa en el reguetón, sino en todos los géneros. Por ejemplo, conozco muchas bandas de punk que encuentran la fórmula del éxito en clonar lo que hacen los demás y pues como a la gente normalmente le gusta lo que ya ha escuchado pues acepta eso. Pero nosotros no vamos a salir a repetir la misma fórmula. Esto es un proceso artístico en el que uno está exteriorizando no sólo el talento y la creatividad, sino las emociones y todo lo que uno exprese se va a ver reflejado en la composición.

Por otro lado, esas “fórmulas de éxito” son replicadas porque quienes las patrocinan, que no tienen mentalidad de artistas sino de administradores de empresas o de economistas. Es triste ver que la música y el arte en general está atravesado por el dinero.

FOTO: Cortesía Juan Francisco Vargas

DB: ¿Cuales son los retos más difíciles que tienen en un país como Colombia?

JFV: Uno de los retos de hacer este tipo de música en Colombia es que acá la gente no se interesa por otras expresiones musicales aparte de las que comercialmente les llegan, no les gusta tomar riesgos. Esto ocurre también con el cine, los medios de comunicación, o en toda esfera de consumo. Es por eso que no aprecian bandas como la mía o como otras que llevan tocando hace diez o veinte años. Eso sin contar que hay un montón de prejuicios sobre el punk, como la idea de que es gritadera, que es de chirretes o que es para marihuaneros. Si bien es música rápida, tiene cosas que le pueden gustar así no sea lo que generalmente escucha.

Otro de los retos es la falta de espacios de difusión de la música, los empresarios no quieren arriesgarse y faltan lugares para poder tocar o grabar, no hay tampoco una discográfica que agrupe las bandas aunque ya se hayan hecho varios intentos. En Colombia el rock en general se hace con paciencia y ese es mayor desafio de todos.

[1] La textura es una cualidad del sonido. Por ejemplo en una guitarra, el sonido de su cuerda tiene una textura más brillante y metálica, comparado con el de un tambor que suena más seco o más grave, como una membrana que resuena o a la madera

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Es un proyecto de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana, dedicado al periodismo digital, la producción audiovisual y las narrativas interactivas y transmedia